Genios de Otazu #1 – David Magán

Vino elaborado a partir de los viñedos certificados D.O.P. Pago de Otazu. La recolección de las uvas se realiza a mano, asegurando una selección meticulosa de la mejor calidad. Tras la vendimia, el vino es sometido a un proceso de vinificación integral en barricas de roble francés de 225 litros. Este método aporta complejidad y matices únicos al vino. Además, se lleva a cabo una fermentación maloláctica en las mismas barricas, proceso durante el cual las lías se agitan suavemente dos veces por semana para enriquecer el vino con sabores más profundos y una textura más suave.

David Magán (Madrid, 1979) se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. Su obra se desarrolla dentro del ámbito de la escultura y la instalación, y explora sus posibilidades en relación con el espacio en el que se ubica. Sus piezas se presentan como módulos geométricos, concebidos en vidrio o metacrilato, que inundan de color el espacio en el que se encuentran cuando la luz penetra su superficie. Lejos de ser simples objetos estéticos, las obras creadas por David Magán son elementos dinámicos que se transforman dependiendo del lugar en el que el espectador se encuentre y de las propias posibilidades constructivas de la pieza.

“El gran reto que se me planteaba con este proyecto era cómo llevar el color del material de las barricas deconstruidas (tanto la parte exterior de la madera como la impregnada del color del vino) al espacio y, a la vez, producir una obra que estuviera dentro de mi lenguaje y que trabajara mis principales preocupaciones plásticas: modularidad, fusión cromática, luz. Quería construir en el espacio a través del plano e involucrar de manera activa al espectador en el entendimiento y descubrimiento de la obra. El resultado al que he llegado es a la creación de una especie de escultura virtual que flota en el centro de una pantalla de 3 x 3 metros. Una obra de luz que cambia con la posición del espectador y que trabaja los límites del dibujo y la escultura, de lo físico y lo etéreo”.