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BODEGA OTAZU PRESENTA VITRAL DE OTAZU 2014, LA SEGUNDA EDICIÓN DE UN PROYECTO ÚNICO QUE ENSAMBLA ARTE Y VINO

Vitral de Otazu es un vino que representa una unión sin precedentes entre el mundo del arte y el mundo vitivinícola. En 2018, Bodega Otazu iniciaba su proyecto más ambicioso, en colaboración con Articruz, el taller de Carlos Cruz-Diez en Panamá, desde donde el artista y su equipo realizaron los diseños, pruebas y prototipos, hasta llegar a la propuesta final. Carlos Cruz-Diez (1923-2019) es un artista cinético venezolano y uno de los máximos representantes del arte cinético-óptico a nivel mundial, cuya obra se basa en crear experiencias a través del color y la luz. El resultado de esta colaboración es una serie de obras numeradas con armonía de colores distintas que incluye unas Cromointerferencias especialmente pensadas para cada añada de las botellas de Vitral de Otazu. En estas obras, diferentes capas de líneas generan colores que no están en el soporte y que se modifican ante la mirada del espectador. El arte del vino y el arte del color se unen para crear una experiencia única en cada botella. Se tratan de 30 Cromointerferencias Otazu, comenzando con la añada de Vitral de Otazu 2013 y hasta la 2042, se editará una Cromointerferencia distinta que irá plasmada tanto en las cajas como en las botellas del vino. El coleccionista que continúe el proyecto a través de los años obtendrá una obra monumental que funciona como una rayuela con la que, mediante unos sistemas de imanes y sujeciones, es posible interactuar y articular, al igual que si de un organismo vivo se tratara, cambiantes estructuras que siguen unas guías creadas por el propio artista.

El conjunto de la botella, así como su caja, en edición de 1 o de 3 botellas, crea una propuesta espectacular que la convierte en una de las ediciones de vino más exclusivas y bellas que existen actualmente. Tanto la botella como sus cajas fueron diseñadas por el Maestro venezolano y están firmadas, numeradas y cuentan con su certificado de autenticidad.

Este año, Bodega Otazu lanza la segunda edición de este proyecto con la añada 2014. El nuevo diseño reemplaza las tonalidades anaranjadas y azules de la añada anterior por colores amarillos y púrpura, perpetuando el diseño lineal característico del artista. Las cajas que guardan el vino pueden ser de una o tres botellas. Por su parte, la caja de tres botellas permite separar la obra del envase y, mediante un sistema especial de imanes, se pueden colocar en la pared. Tras 30 años coleccionando estas piezas, el resultado será una obra de 2,10 metros por 1,80 metros que agrupará las 30 Cromointerferencias Otazu. Este La colocación de estas piezas es manipulable y admite 90,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000 posibilidades diferentes. El precio de esta edición limitada es de 1.450 euros para la caja de una botella y 5.450 euros para la caja de tres botellas.

Vitral de Otazu es uno de los proyectos más relevantes de la bodega navarra. La añada 2014 se elaboró con los mejores 1.800 kg de uvas del viñedo, con un ensamblaje de 72% de uvas Cabernet Sauvignon y 28% de uva Merlot de los denominados viñedos Simmel y Sofía, ambos bajo la Denominación de Origen de Pago Otazu. El proceso de elaboración de Vitral de Otazu es tan especial y delicado como su resultado. Los viñedos seleccionados para la elaboración de este vino crecen por una parte sobre una superficie de 40 cm de grava depositada sobre un subsuelo de arcillas (viñedo Simmel, Cabernet Sauvignon) y por otra, sobre un suelo de cantos rodados de 5-20 cm y arcillas (viñedo Sofía, Merlot). Tras su vendimia manual, los racimos son despalillados manualmente grano a grano y, posteriormente, se realiza una maceración en frío a 4ºC durante una semana. Tras su fermentación en barricas nuevas de roble francés durante 16 días -las cuales se giran en seis momentos diferentes del día, dando cinco giros cada vez- se procede a una maceración post-fermentativa durante tres semanas y luego, a un prensado manual en una presna vertical de 100 kg de capacidad. Por último, se realiza una segunda fermentación en barricas durante un mes y medio, con posteriormente una crianza de 25 meses en barricas de roble francés procedentes de diferentes bosques. Vitral de Otazu 2014, a la vista, llama la atención por su color rojo cereza y su aspecto brillante. Su nariz intensa y delicada casa a la perfección con el sabor denso y aterciopelado que inunda el paladar del que lo prueba. A la hora de servirlo, se recomienda una temperatura de entre 16ºC y 18ºC. Se trata de una edición limitada de 1800 botellas, las cuales se reparten entre las cajas de tres botellas y de una botella.

Bodega Otazu busca con este proyecto conseguir un concepto novedoso a nivel internacional. Es un proyecto que escapa a cualquier clasificación. Además, se fundamenta en la historia y esencia del terroir de Otazu con una perspectiva vanguardista. Como el proceso creativo de un artista, este vino surge de la unión de una base estética y conceptual con una técnica de excelencia en su producción. “Una aventura en el tiempo y el futuro” fueron las palabras con las que el reconocido artista venezolano del arte cinético-óptico definió el proyecto con Bodega Otazu. Una creación impoluta que comenzó en el diálogo íntimo de este creador con Guillermo Penso, director de la bodega, durante su visita a la misma. Las nueve bóvedas de hormigón de la espectacular sala de barricas de Bodega Otazu, conocidas como ‘Catedral del vino’, fueron la inspiración del artista. El sello de Cruz-Diez también latirá para siempre en el corazón de Otazu a través de su obra Ambientación de Cromosaturación Otazu (2018) que creó para su Catedral del Vino, donde reposan sus codiciadas barricas y el vino se mece con los suaves sonidos de cantos gregorianos.

Carlos Cruz-Diez

Carlos Cruz-Diez (Caracas, 1923 – París, 2019) vivió y trabajó en París desde 1960. Es una de las grandes figuras del arte cinético-óptico a nivel mundial. Fue, además, un teórico contemporáneo del color, cuya propuesta artística se basa en cuatro condiciones cromáticas: color sustractivo, aditivo, inductivo y reflejado. Su investigación ha llevado al arte a una nueva forma de entender el fenómeno del color, expandiendo enormemente su universo perceptivo. Desde 2005, la Fundación de Arte Cruz-Diez emplea toda su energía y esfuerzo en promover diferentes actividades educativas relacionadas con los pensamientos y obras de Cruz-Diez.

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