Esta línea de vinos nació de la ambición por descubrir y realzar las características únicas del terroir de Otazu. Con este propósito, hemos creado una exclusiva serie de vinos monovarietales, cada uno originario de un viñedo específico, elegida por su capacidad excepcional de proporcionar a cada variedad de uva las condiciones idóneas para expresar plenamente sus mejores cualidades.

La colección “1Ha. Una Historia” es una celebración de esta singularidad. Cada vino, limitado a tan solo 800 botellas por edición, ofrece una experiencia única, permitiendo a los aficionados explorar y apreciar la esencia distintiva de cada variedad.

Esta gama no solo se destaca por su exclusividad enológica, sino también por su fusión con el arte. En colaboración con el fotógrafo Jordi Bernadó, las etiquetas de cada botella de esta serie son una obra de arte en sí mismas, uniendo a las personas que forman parte de la historia de la Bodega con los paisajes evocadores de Otazu. Esta sinergia entre vino y arte vislumbra no solo la calidad del terroir, sino también la rica herencia y el paisaje que lo rodea.