Para las parejas amantes del vino, para las que sienten pasión por el arte contemporáneo, para quienes ponen en valor lugares con una peculiar historia en su cuaderno de bitácora o para las que disfrutan respirando aire puro y contemplando la naturaleza; para todas estas parejas es la propuesta de enoturismo de Bodega Otazu, un destino perfecto que une varios viajes en uno. La Bodega navarra comparte con los visitantes no sólo sus propuestas enológicas, sino también sus espacios, que aúnan la belleza de un valle idílico junto a la tradición, el patrimonio histórico, el arte contemporáneo y, por supuesto, el vino, donde les aguardan experiencias inolvidables.
San Valentín es el tiempo perfecto para ser detallistas con la pareja, y el mejor regalo que se puede hacer es seguir viviendo experiencias y momentos juntos. Y nada mejor que disfrutar de una escapada a un entorno natural de belleza inspiradora con una historia larga y trascendente, que ha dejado huellas físicas y emocionales en un Señorío del siglo XII, una Bodega (1840); y todo alrededor de una intensa sintonía con el arte contemporáneo. Pero hay mucho más. Una arquitectura respetuosa con el paisaje y una bodega moderna, concebida para la elaboración de vinos de calidad, que se muestra a quienes llegan a Otazu.
Para los apasionados del enoturismo, Bodega Otazu ofrece el día de los enamorados la oportunidad de disfrutar de las escapadas en pareja desde otra perspectiva, una experiencia reconocida por la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) en los V Premios de Enoturismo ‘Ruta del Vino de España’ en 2020 como Mejor Bodega Abierta al Turismo, “por ser una Bodega que sitúa el mundo del vino al mismo nivel cultural que las grandes obras de arte contemporáneo y plasmar, de manera rotunda, la unión del vino con la historia, la naturaleza y el arte”.
Alma, Arte y Vino: Una experiencia gastronómica y sensorial en la que descubrirá el alma de la cocina de raíces del cocinero Leandro Gil, el Señorío de Otazu y su Fundación de Arte Contemporáneo, así como su bodega antigua y las nuevas instalaciones subterráneas. Un viaje emocional de dos días a través del vino, la cultura, la historia y el arte.
Visitar Bodega Otazu es emprender un recorrido que pasa no solo por conocer la historia de la Bodega y de su Señorío, sino también por visitar monumentos históricos como una iglesia románica del S.XII dedicada a San Esteban, una torre-palomar del S. XIV y un palacio del S.XVI. El recorrido prosigue a través de obras de arte monumentales y espacios dedicados a la creación contemporánea pertenecientes a la Fundación Otazu, galardonada con el Premio “A” al Coleccionismo 2020, que otorga la Fundación ARCO.
Y si se habla de enoturismo, por supuesto, esta visita incluye un recorrido siguiendo los pasos que dejan las uvas desde la viña, pasando por la sala de elaboración y la sala de barricas subterránea, conocida como la Catedral del Vino —símbolo reconocible de la Bodega y obra del arquitecto Jaime Gaztelu—, y la cripta de botellas, hasta llegar al salón de catas donde se termina la visita con una cata de tres vinos maridada con pintxos elaborados. Esta experiencia se puede adquirir gracias a los bonos regalo disponibles en la nueva tienda online de Bodega Otazu.
El broche más romántico de esta escapada es pasar la noche en el Hotel Alma de Pamplona, reconocido con 5 estrellas, después de vivir una cena íntima en el restaurante gastronómico La Biblioteca con una estrella Michelin, guiado por el chef Leandro Gil, quien ha revolucionado la cocina navarra. Allí, se podrá disfrutar del Gran Menú Degustación, en el que ingredientes aparentemente humildes, como las verduras de la huerta, las hierbas salvajes o las raíces, se convierten en protagonistas de la mesa. El Hotel Alma está considerado entre los 10 mejores hoteles de España y el mejor de Navarra, según los Travellers’ Choice de TripAdvisor.