Este año, Bodega Otazu será la anfitriona en la cena de los Premios ‘A’ al Coleccionismo que entrega la Fundación ARCO y que tendrá lugar el 23 de febrero a las 20:30 horas en Matadero Madrid (Pl. de Legazpi, 8, 28045 Madrid), una iniciativa que pretende impulsar el coleccionismo, reconociendo su valor artístico. Así, la Bodega ha sido elegida como anfitriona por la calidad de sus vinos y su pasión por el arte, y, en la cena, estarán representados por: Otazu Chardonnay 2021 y Otazu Premium Cuvée 2019.
Guillermo Penso, presidente de Fundación Otazu, cree firmemente que el arte y el vino “son manifestaciones de la cultura y un homenaje a la creatividad humana”. La pasión por el arte ha formado parte de su vida desde que era pequeño, cuando, aun siendo niño, visitaba junto con sus padres diferentes exposiciones y galerías, “un amor por el arte” que sus progenitores le contagiaron. Su pasión no disminuyó, y en 2016 se materializó en la creación de la Fundación Otazu.
“La Fundación Otazu nació para crear contenidos y actividades que vincularan el arte y la industria”, reflexiona Guillermo Penso, que se ha convertido en el único mecenas en España que une el arte y el vino, creando el ensamblaje perfecto entre ambos mundos. En este sentido, en 2022 fue seleccionado entre los 50 Art People (personas más influyentes del mundo del arte) por la revista Forbes. Es licenciado en Ingeniería de Telecomunicaciones, especializado en nanotecnología por la Universidad Técnica de Múnich (Alemania), y ha cursado diversos másteres relacionados con la Filosofía, Negocios y Sociología Política en universidades de París, Londres y Pekín. Además, actualmente, es patrono del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid y forma parte del Comité de Adquisiciones de Arte Latinoamericano de la Tate Modern de Londres.
No obstante, lo que ha situado a Guillermo Penso en el epicentro artístico es la Fundación Otazu. Este proyecto, una “evolución natural de Bodega Otazu y de su compromiso con el arte y la cultura”, nació hace cuatro años. En ese momento, Penso se dio cuenta de que era necesario crear un paraguas que agrupara y estructurara todos los proyectos de Bodega Otazu. Surgió así una institución que también tiene como objetivo fomentar la creación de espacios de encuentro entre diferentes disciplinas. En el presente, la Fundación Otazu se centra en diseñar y ejecutar los proyectos que relacionan industria y arte. Además, Penso se ocupa del diálogo con los artistas y de la dirección curatorial de la colección de la Fundación Otazu.
Premio “A” al coleccionismo de la Fundación ARCO
En 2020, la Fundación Otazu fue reconocida con el Premio “A” al Coleccionismo de la Fundación ARCO, un galardón que premia el valor artístico de los fondos de coleccionistas e instituciones, así como la labor en apoyo a la difusión del arte contemporáneo. En la 24ª edición de este galardón, la Fundación Otazu fue distinguida por “el fuerte arraigo que mantiene con el arte y su esfuerzo por dar visibilidad al talento creativo joven, emergente y consagrado”. Esta Fundación es el único espacio en España que combina arte, cultura y vino; premisa que ha destacado la Fundación ARCO para otorgar este premio. Desde su nacimiento, en 2016, mantiene el compromiso de fomentar la creación de espacios de encuentro entre diferentes disciplinas, siendo el vino y el arte el principal punto de diálogo. En palabras de Guillermo Penso, único mecenas español que une ambos mundos, “este galardón supuso un gran impulso para la Fundación Otazu que lucha, día tras día, por mantener vinculados los dos espacios”. Y añade: “El vino y el arte son manifestaciones de la cultura y un homenaje a la creatividad humana”.
Asimismo, la Fundación Otazu invita de forma anual a un artista al proceso de elaboración de un vino en el proyecto Genios de Otazu. En la primera edición de esta iniciativa participó el artista David Magán (Madrid, 1979) y en la segunda, el creador Pablo Armesto (Shaffhausen, 1970). La misión del artista es reinterpretar la estética de una barrica de roble y generar una pieza que pasará a ser la etiqueta y caja del vino del que ha sido testigo. De esta forma, se confirma el fuerte compromiso que la Fundación Otazu tiene con creadores nacionales e internacionales y su decidida vocación pública.