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OTAZU, UNA ESCAPADA PARA QUIENES BUSQUEN UN SAN FERMÍN DIFERENTE, EN EL QUE LA CALMA, EL VINO Y EL ARTE SON LOS PROTAGONISTAS

Cada mes de julio, Pamplona se transforma en un hervidero de emoción. Las calles se llenan de blanco y rojo, el chupinazo marca el inicio de los encierros y Navarra acoge a miles de visitantes dispuestos a vivir una de las fiestas más famosas del mundo: San Fermín. Pero más allá del bullicio, esta tierra ofrece momentos de pausa y belleza en forma de cultura, paisaje y vino. A escasos 8 kilómetros de Pamplona, Otazu propone una experiencia que conecta con el entorno y la sensibilidad del visitante. Rodeada de viñedos y arte contemporáneo, la Bodega se ha convertido en un referente enoturístico que combina historia, arquitectura, vino y creación artística.

La visita ‘Señorío de Otazu’ es la experiencia que ofrece la Bodega, un recorrido por el paraje que alberga Otazu. Comienza en el histórico Señorío de Otazu, edificado en la Edad Media, e incluye joyas patrimoniales como la iglesia románica del siglo XII, la torre palomar (S. XIV) o el Palacio de Otazu (S. XVI). El itinerario continúa en el antiguo edificio de la Bodega, del siglo XIX, hoy convertido en Museo del Vino, y en los espacios

dedicados a la colección de arte contemporáneo de la Fundación Otazu, reconocida con el Premio “A” al Coleccionismo 2020 por la Fundación ARCO.

El paseo culmina en las nuevas instalaciones subterráneas de la Bodega, donde se encuentra la emblemática sala de barricas, obra del arquitecto Jaime Gaztelu, la zona de elaboración y el botellero. Una cata de tres vinos, cada uno armonizado con un pintxo elaborado y especialmente seleccionado, pone el broche final a esta experiencia. Su precio es de 59,95 euros por persona.

Además, quienes deseen llevar la experiencia sensorial un paso más allá pueden disfrutar de ‘El sonido del vino’, que permite la posibilidad de degustar uno de los vinos de alta gama de Otazu con los ojos vendados, mientras suena una pieza musical compuesta expresamente para esa referencia. Una propuesta que despierta los sentidos y refuerza el vínculo entre arte y vino.

San Fermín es alegría, tradición y fiesta, pero también es una oportunidad para descubrir otras posibilidades que ofrece Navarra: paisaje silencioso, arte y vino con alma. Otazu es ese lugar.

Se puede reservar la visita online en https://otazu.com/enoturismo/visita-y-cata/.

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