En Otazu, la sostenibilidad es uno de los grandes pilares de la Bodega. Se entiende que la calidad y singularidad de un vino comienza en el viñedo. Su compromiso con la calidad parte de un respeto profundo por la tierra para conseguir uvas que expresan con autenticidad el carácter de su terroir, preservando suelos sanos, vivos y fomentando activamente la biodiversidad. Por ello, Otazu ha integrado desde sus inicios prácticas que cuidan el viñedo y respetan el entorno y el medioambiente. Sin embargo, hace varios años quisieron ser más ambiciosos e innovar en la mejora continua.
La Bodega ha sido pionera en Navarra en la implementación de cubiertas vegetales, y gracias al proyecto BIODIVERSIDAD, ha innovado y mejorado en la gestión de este, sembrando distintas especies y mezclas de estas, por sus beneficios conjuntos para el suelo y el cultivo.
A raíz de este mismo proyecto, nace en Otazu el “Día del Árbol”, día en el que todos a una, los trabajadores de Otazu dieron continuidad a una iniciativa que empezó con el proyecto VIÑASOSTENIBLE, que consistía en crear islas de biodiversidad para aumentar la biodiversidad del viñedo y entorno de Otazu.
El objetivo de este día del árbol es crear más conectores de hábitats seminaturales (HSN). Fundación Global Nature concluyó que los HSN suponen el 18% de la superficie, la cual está por encima del resto de bodegas españolas. Así mismo, recalcaron la alta calidad y el grado de conservación de estos hábitats seminaturales. Uno de los compromisos de Otazu es cuidar y aumentar esa riqueza y diversidad en cuanto a fauna y flora respecta y que el porcentaje de hábitats seminaturales mantenga esa calidad y vaya aumentando de manera progresiva.
Para crear esta isla de biodiversidad, se plantaron cerezos, almendros, avellanos, nogales y olivos entre otros. Además de funcionar como conectores para los HSN, los árboles también tienen beneficios para el suelo, como la mejora de la estructura del suelo, aporte de materia orgánica, mejora de la infiltración del agua y conservación de nutrientes en el terreno. Así mismo, actúan como sumideros de carbono y como refugio de biodiversidad.
Todos estos logros no serían posibles sin la firme apuesta de Otazu por innovar y crecer en el ámbito de la sostenibilidad. El compromiso de Otazu con la sostenibilidad y el respeto al terroir no solo define su presente, sino que también guía su futuro para asegurar que las generaciones venideras puedan disfrutar de la riqueza, de la diversidad de su entorno natural y de la excelencia de sus vinos.