Otazu ha renovado su imagen corporativa con el lanzamiento de su nuevo logo y tipografía, un diseño inspirado en dos de sus pilares fundamentales: el vino y el arte. La Bodega Navarra comienza el año con esta nueva imagen, en la que se plasma modernidad y tradición.
Otazu ha buscado un diseño innovador arraigado en la tradición con el fin de lograr un profundo impacto visual, por lo que parte de la inspiración procede de su escudo del siglo XII.
“Este logo es una evolución consciente que refleja una inspiración en el pasado, traduciéndose en una identidad visual audaz y moderna. En lugar de romper con el pasado, estamos fortaleciendo nuestros vínculos con él para construir un futuro sólido y sostenible”, reflexionan desde la Bodega.
El nuevo diseño nos lleva hasta el mundo del arte. De esta forma, el punto rojo del logo, evoca el círculo, del mismo color, con el que se identifica la venta de una obra en una galería o en una feria, y a su vez, refleja, también, la forma de la sala de barricas subterránea de Otazu.
“Nuestra dedicación se centra en la excelencia, el respeto por la tradición, el entorno y el arte, siendo pioneros, únicos, y nuestro nuevo logo transmite ese espíritu; manteniendo la mirada en el futuro”, explican.
Más allá de actualizar el logo, Otazu ha cambiado también su tipografía, inspirándose en las centenarias muestras de fuentes tipográficas de su historia.
La nueva imagen simboliza una casa que mira hacia adelante, consciente de que sus raíces profundas le permiten elevarse más alto. Este cambio nace de la pasión, el enfoque creativo y la firme convicción de que crear un gran vino es un arte que combina la artesanía, la inspiración, la tecnología y el conocimiento en proporciones idénticas. Con esta nueva imagen, Otazu se distingue no solo visualmente, sino también en su esencia y filosofía.
Representa una transformación significativa que impulsa la integración de lo que los hace únicos, fusionando el arte y el vino en una expresión auténtica e innovadora. “Este cambio es una evolución profunda y consciente, donde nuestro pasado nos ha inspirado y donde la vista está en el futuro”, concluyen.