La Fundación Otazu ha sido reconocida con el Premio “A” al Coleccionismo de la Fundación ARCO, un galardón que premia el valor artístico de los fondos de coleccionistas e instituciones, así como la labor en el apoyo a la difusión del arte contemporáneo. En su 24ª edición, celebrada días previos a la inauguración de ARCOmadrid 2020, Fundación Otazu ha sido distinguida con dicho premio por el fuerte compromiso que mantiene con el arte y por su lucha constante por potenciar talentos relacionados con esta disciplina.
Fundación Otazu es el único espacio en España que combina arte, cultura y vino; premisa que ha destacado la Fundación ARCO para otorgar este premio. Desde su nacimiento, en 2016, mantiene la proposición de fomentar la creación de espacios de encuentro entre diferentes disciplinas, siendo el vino y el arte el principal punto de acción. Asimismo, esta institución tiene como objeto principal potenciar talentos jóvenes, emergentes y consagrados relacionados con el arte.
Este premio Premio “A” al Coleccionismo de la Fundación Arco será recogido por Guillermo Penso, presidente de la Fundación Otazu y director general de Bodega Otazu. Penso es Licenciado en Ingeniería de Telecomunicaciones, con másteres relacionados con la filosofía, la economía y la sociología política. Actualmente, el vínculo que mantiene con el arte es estrecho al formar parte del Consejo Internacional del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y del Tate Modern de Londres. En palabras de Guillermo Penso, único mecenas español que une arte y vino, “este premio supone un gran impulso para la Fundación Otazu que lucha, día tras día, por mantener vinculados ambas disciplinas”. En sus palabras “el vino y el arte son manifestaciones de la cultura y un homenaje a la creatividad humana, en cuanto a su delicada elaboración”, afirman Penso.
Prueba de la fuerte vinculación de la Fundación Otazu entre ambas actividades es ArtWeekend4, un evento artístico que este año celebra su cuarta edición. ArtWeekend4, que tiene lugar en la Bodega Otazu, se enmarca dentro del programa internacional de ARCOmadrid. Es precisamente en este evento cuando se presentará a la escultura ganadora del IV Premio de la Bienal de Escultura Monumental 2019, un proyecto que se define como una proposición para que cuatro artistas generen una obra en un espacio exterior de la bodega. Este año, el prestigioso premio ha recaído en Hans-Peter Feldmann (Düsseldorf, Alemania, 1941) por su propuesta escultural “Tiempo”. Se trata de la primera pieza monumental del artista alemán en España y su propuesta relata el valor y la trascendencia de este elemento esencial en la vida cotidiana. Pero también en la naturaleza y la viña. El tiempo como espacio de lo impredecible
Asimismo, Fundación Otazu invita de forma anual a un artista al proceso de elaboración de un vino en los Genios de Otazu. La misión del artista pasa por reinterpretar la estética de una barrica de roble y generar una pieza que pasará a ser la etiqueta y caja del vino del que ha sido testigo. De esta forma, se confirma el fuerte compromiso que Fundación Otazu tiene con artistas –nacionales e internacionales-, además de su labor fundacional con vocación pública.
Sobre la Fundación Otazu
Una colección de arte es una sucesión de capas de memoria y de tiempo. En la Colección de la Fundación Otazu más de 700 piezas construyen una narrativa propia. En el inicio de la Colección conviven, sobre todo, algunos de los artistas españoles que dieron forma a la creación plástica en España durante los años sesenta y setenta (Tàpies, Millares, José Guerrero). A esto se añaden las nuevas capas que traen las telas abstractas de Zobernig, Scheibitz, Bernard Frieze, Rashid Johnson, Uslé o Philipe Decrauzat. La Colección entra en el siglo XXI con varios de los artistas que lo construyen: Aballí, Isaac Julien, Tillmans o Emmanuel Van Der Auwera.
Pero la capa más reciente de memoria es la más profunda. Creadores, principalmente jóvenes e iberoamericanos, que trabajan en los territorios fronterizos del arte conceptual y el activismo político. Daniela Libertad, Héctor Zamora, Ximena Labra, Lucas Simoes, Arturo Hernández Alcázar, Bruno Kurru, Nicolás Robbio, Fabio Morais, Ignacio Gatica, Nazareno, Marilá Dardot o Asier Mendizabal. Juntos han hallado un modelo distinto para armar una historia. En el caso de Otazu está muy ligada a su actividad principal: una bodega, situada en Pamplona (España), que trata de borrar límites. “La Fundación Otazu nace para crear contenidos y actividades que vinculen el arte y la industria de tal forma que se produzca una síntesis donde desaparezca esa distinción”, resume Guillermo Penso, presidente de la Fundación y director general de Bodega Otazu. Un diálogo abierto. Lo explicó Sofía Mariscal, directora general de la Fundación, en la presentación en Francia de parte de los fondos de la Colección: “Esta muestra habla de los sueños, de las ideas que surgen de esos sueños, de las cosas que surgen de esas ideas, de los nombres que le ponemos a las cosas, de las palabras que juntas se vuelven poemas y de los poemas que se vuelven libros”. La Colección de la Fundación Otazu habla de la vida.