Un brindis al atardecer, cuando el sol va cayendo y la brisa llega para refrescar los días de verano, en ese justo momento es cuando la excelencia de Pago de Otazu Chardonnay con Crianza llega para acompañarnos. Una vez entrados en el verano, Bodega Otazu presenta la añada 2019 de Pago de Otazu Chardonnay con Crianza, D.O.P. Pago de Otazu. Un vino blanco con mucha personalidad, ideal para acompañar los días durante la época estival. Además, marida a la perfección con todo tipo de arroces, jamón ibérico, marisco, verduras de temporada, quesos curados, pescados a la brasa y carnes, tanto blancas como rojas.
La calidad de este vino está avalada no solo por la tradición y la profesionalidad que respalda a Bodega Otazu, también por multitud de galardones obtenidos por esta añada, y por las anteriores, entre las que destacan, 91 puntos en Vinous (añada 2018), 92 puntos en la Guía Peñín 2022 y 2023 (añadas 2018 y 2019) y 94 puntos en el Gilbert & Gaillard International Challenge 2022 (añada 2019).
Pago de Otazu Chardonnay con Crianza presenta un color amarillo brillante pajizo y provoca una multitud de sensaciones donde las frutas adquieren protagonismo, destacando su riqueza de matices varietales, con notas de especias y ligeros tonos ahumados. Asimismo, este vino blanco se caracteriza por tener buena tensión en boca, con una acidez equilibrada que le da un final largo y aromático.
Pago de Otazu Chardonnay con Crianza se vendimia manualmente durante septiembre, en cajas de 12 kilos y se fermenta en barricas de roble francés de distintos bosques a una temperatura de 16°C. Posteriormente, realiza una crianza en barricas durante seis meses (60% nueva, 40% de un solo uso), con batônnage semanal de las lías, permitiéndole adquirir volumen, untuosidad y un carácter varietal único.
Se recomienda servir Pago de Otazu Chardonnay con Crianza a una temperatura de entre 10°C y 12°C.
En Bodega Otazu está muy presente la premisa de la creación artística. Es un reflejo histórico de sus orígenes. Entre las múltiples obras que alberga la Fundación Otazu, los Guardianes del artista, Xavier Mascaró, parecen vigilar la Sierra del Perdón que rodea sus parajes, convirtiéndose en uno de sus símbolos más reconocidos. Tanto es así que las botellas de la gama Pago de Otazu están representadas con la obra de Mascaró, en esta añada de 2019, a partir de un nuevo diseño dibujado a mano, que reivindica el aspecto artesanal y el cuidado con el que se elabora el vino en la Bodega Navarra.
Con estos detalles técnicos, atendiendo a la excelencia en su elaboración, cuidada y original presencia y, por supuesto, su excelente sabor, Pago de Otazu Chardonnay con Crianza 2019 es el compañero perfecto tanto para hacer un regalo como para disfrutarlo en compañía; en ese brindis durante los meses de calor.