Comienza junio y se abre paso a las comidas frescas, a los platos más livianos y las bebidas llenas de sabor. Por eso, Bodega Otazu es la opción perfecta para acompañar las comidas de verano, tanto pensando en los amantes del vino blanco como quienes prefieren tinto.
Los vinos blancos son la opción ideal para las comidas al aire libre propias de estos meses, y Pago de Otazu Chardonnay con Crianza 2020, un vino afrutado y fresco, resulta perfecto para acompañar comidas veraniegas.
Pago de Otazu Chardonnay con Crianza 2020 es un vino elegante y equilibrado, que destaca por sus aromas florales con notas de fruta fresca, cítricos y especiado fino, y combina a la perfección con todo tipo de arroces, mariscos a la plancha o al vapor, verduras de temporada, quesos curados, ensalada caprese, griega o césar y escalibada. Además, marida con pescados azules y grasos propios de esta época del año como el atún rojo, el salmón, sardinas, caballa, también en formato frío (tartar, ceviche, tiradito, ahumado, sushi) o a la plancha.
Dando paso a los vinos tintos, con una gran personalidad, y aportando una multitud de sensaciones, Pago de Otazu 2020 destaca por sus aromas de frutos rojos, frutillos silvestres negros y grosellas, y un paso en boca sedoso, que deja un final largo y persistente.
Servido a una temperatura de entre 16º C y 18º C, Pago de Otazu 2020 es el acompañamiento ideal también en estos meses para opciones como asados, pescados con guarnición o elaborados con limón y naranja y salsas contundentes, tal es el caso del bonito con tomate. A su vez, encaja con crustáceos (langosta), tablas de ibéricos, arroces caldosos y platos españoles tradicionales.
Altar 2013, un vino elaborado con uvas 100% Cabernet Sauvignon de color rojo granate oscuro muy profundo, es otro tinto que tiene una importante presencia durante los meses de verano. En nariz resulta complejo y fino, aportando aromas de frutillos silvestres, acompañados de sutiles notas especiadas, de trufa, cedro y hoja de tabaco. Elegante y sedoso en boca, Altar 2013 es equilibrado y envolvente. Se enorgullece de una gran armonía y disfruta de un final largo y persistente. Tras un paso de 18 meses en barrica de roble francés Allier, en la sala de barricas conocida internacionalmente como la “Catedral del Vino” de la Bodega navarra, y una larga estancia en su botellero, Altar 2013 es un vino redondo y afinado que encaja a la perfección en el mundo de las carnes, ya sean al horno o a la brasa; además, también puede formar parte de una gran tabla de aperitivos, pensemos en quesos curados y frutos secos. Arroces negros o cocina japonesa son opciones válidas que, debido a sus sabores tan diferentes, resultan un acompañamiento perfecto para un Cabernet Sauvignon como Altar 2013. Por último, destaca su armonización con postres de chocolate con un alto grado de cacao en diferentes texturas.